La Iglesia está llamada precisamente en su doctrina social a adaptar cada vez mejor su excelente instrumental en función de los retos de las transformaciones sociales, políticas y económicas. Pero sin modificar los conocimientos ciertos de la iglesia (dogmas)

SI. Como católicos tenemos la tarea de transformar la sociedad en una civilización de amor. Involucrandonos en partidos políticos tenemos por tanto a nuestro alcance los instrumentos para ello y para mostrarnos solidarios con los débiles.

SI. Existen sin embargo algunas condiciones para mi participación: - Que con mi participación no colabore en ninguna actividad que contradiga la dignidad de mi vocación cristiana - Que no se me impida la manifestación de mi fe - Que mi colaboración no sea mal utilizada con fines ideológicos

SI. Hay ambitos profesionales u ocupacionales que suponen una contradicción unívoca a la antropología cristiana y a los mínimos morales de la iglesia.

Desde luego: los cristianos deben lanzarse a la calle para defender su conciencia política, así como para reclamar la protección de la vida desde antes del nacimiento hasta la muerte natural. Los cristianos deben manifestarse con los demás siempre que el poder oprima a la justicia.

- Manifestaciones imponentes de la cultura cristiana de los jóvenes - Ilusionar y dar cierto consuelo a aquella juventud católica que se pueda sentir en su día a día aislada y sola a causa de su fe - Sirven para que crezca un sentimiento católico, un orgullo de poder pertenecer a este nuevo pueblo de Dios - Puede ser el comienzo de una nieva vida con Dios, únicamente por el hecho de poder compartir con un grupo tan grande el sentimiento eucarístico

Son justificadas las críticas que se hagan desde el amor hacia la Iglesia, y si estas persiguen la intención de ayudar a su transformación. Los argumentos constructivos son bien recibidos si se fundan en la objetividad y si concuerdan con los valores y principios fundamentales de la doctrina católica

Una y otra vez sucede que grupos eclesiásticos abandonan su unidad con la iglesia general al creer estar actuando o decidiendo de manera diferente en algún asunto concreto. Pero en todo momento se ha de evaluar con precisión si el <<coraje profético>> sirve auténticamente a la Iglesia, o si más bien nace de la obstinación y del deseo personal.

El compromiso general por la democracia, los derechos humanos, la paz y la justicia social puede servir para fortalecer la confianza esencial entre los cristianos de diferentes confesiones. Esto es necesario para encontrarse de nuevo unidas en la verdad del Evangelio

Los cristianos debemos dirigirnos con amor y confianza a los que tienen creencias diferentes, si bien hemos de dejar claras las posiciones de fe, ya que puede suceder que palabras se refieran en realidad a una idea de Dios completamente diferente. Es un hecho que los creyentes de las diferentes religiones deben aunar sus fuerzas por el bien de la humanidad, así como por la paz y la justicia, y por la conservación de la creación

Allá donde cristianos y musulmanes vivan juntos, se ha de cultivar un buen clima de vecindad y de relaciones personales. Los cristianos deben caracterizarse asimismo por ser ellos los que den los primeros pasos, haciendo gestos inesperados de hospitalidad y de confianza.

No, ser cristiano significa declararse públicamente a él y atender a su llamada y a su misión para nosotros. Todos los cristianos somos mensajeros y testigos del Evangelio. Para ello Dios nos dio los 7 dones del espiritu santo

Porque ser cristiano es encontrarse con la persona de Cristo, es buscar a Jesús en los más pequeños, seguirlo e incluso imitarlo.

La doctrina social puede servirnos de guía. Pero es nuestra conciencia la que nos provee de buenos argumentos para tomar decisiones responsables, sin embargo debemos formarla en consonancia con los mandamientos de Dios y según las necesidades de nuestro tiempo.

El plan maestro de Dios para la convivencia social se llama <caridad social>. Cuando el agradecimiento, el sentido y la responsabilidad determinan nuestra vida individual y colectiva, se hace posible la conciencia social colectiva.